Las fases del parto normal se suceden de forma sucesiva e incluyen la fase de dilatación del cuello uterino, la tercera etapa, que es cuando nace el bebé, y finalmente el parto de la placenta.
El parto suele comenzar de forma espontánea entre las 37 y 40 semanas de gestación, y hay señales de que la embarazada está a punto de entrar en trabajo de parto, como el paso del tapón mucoso y la ruptura del agua. .
Además, la mujer comienza a tener contracciones irregulares que se intensifican hasta ser regulares y con intervalos de 10 minutos cada vez.
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1ª Fase – Dilatación
La primera fase del parto comienza y finaliza con la dilatación del cuello uterino y del canal del parto hasta alcanzar los 10 cm.
Esta fase se divide en dos etapas, según el grado de dilatación del cuello uterino:
1. Fase latente
La fase latente es una etapa preparatoria en la que se produce la lenta dilatación del cuello uterino hasta alcanzar unos 6 cm.
Esta fase se caracteriza por el aumento paulatino de la actividad uterina, con contracciones irregulares y aumento de las secreciones cervicales, junto con la pérdida del tapón mucoso. Conoce qué es el tapón mucoso.
La fase latente del parto puede durar hasta 20 horas en mujeres que no han tenido hijos, o hasta 14 horas en mujeres que ya han dado a luz, y puede ser más larga en mujeres que tuvieron una cesárea en un embarazo anterior.
Qué hacer en esta fase: Es importante que la embarazada se sienta cómoda física y emocionalmente, y se recomienda recibir masajes, apoyo emocional, bailar, escuchar música, descansar, dormir, caminar o ir a la piscina a relajarse, entre otros.
2. Fase activa
La fase activa es la segunda etapa de la primera fase del parto y comienza cuando el cuello uterino ha alcanzado unos 6 cm de dilatación. En esta etapa la dilatación se produce más rápidamente hasta alcanzar los 10 cm.
En general, el cuello uterino se dilata entre 1,2 y 1,5 cm por hora, y puede durar de 4 a 8 horas. Las mujeres que ya han tenido hijos suelen tener una fase activa más corta.
Durante este período, es común que las mujeres experimenten dolores debido a las contracciones, las cuales se vuelven más regulares y con un intervalo más corto entre cada una, al observarse una mayor dilatación del cuello uterino y del canal vaginal.
Además, en esta fase se produce una ruptura del mercado de valores si no ha ocurrido antes. Ver más sobre romper aguas.
Qué hacer en esta fase: La mujer embarazada puede aliviar el dolor de las contracciones cambiando de posición para sentirse más cómoda, tomando un baño tibio, sentándose en una pelota de parto, respirando lenta y profundamente y exhalando lentamente con la boca abierta durante las contracciones, lo que ayuda a relajarse. el perineo.
También puedes caminar lentamente o subir escaleras, lo que ayudará al bebé a posicionarse para salir.
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2da Fase – Expulsión
La fase de expulsión comienza cuando el cuello uterino ha alcanzado los 10 cm de dilatación y finaliza con el nacimiento del bebé, que puede tardar desde unos minutos hasta 2 a 4 horas.
En esta fase las contracciones continúan y la embarazada puede sentir una fuerte necesidad de pujar para expulsar al bebé.
Qué hacer en esta fase: Se recomienda que la embarazada empuje según las señales de su propio cuerpo, adoptando la posición en la que se sienta más cómoda, como en cuclillas, sentada o arrodillada, por ejemplo.
3ª Fase – Parto: salida de la placenta
La fase de nacimiento es la tercera fase del trabajo de parto y ocurre después del nacimiento del bebé. Se caracteriza por la salida de la placenta, que puede ocurrir de forma espontánea en hasta 30 minutos o ser extraída por el médico.
En esta fase, la mujer podrá seguir sintiendo contracciones menos intensas hasta que la placenta sea expulsada por completo.
Si la placenta no se expulsa de forma natural, el médico puede administrar una inyección de oxitocina, que facilita la salida de la placenta y previene el sangrado abundante.
Qué hacer en esta fase: Es importante que la mujer se relaje y sostenga al bebé en brazos, lo que ayuda a estimular la producción de leche materna.
En esta fase, luego del nacimiento del bebé, el equipo de obstetricia y enfermería realizará una evaluación general de la mujer y tracción controlada del cordón umbilical.
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