La dificultad para respirar puede tener diversas causas como actividad física excesiva, ansiedad, nerviosismo, bronquitis o asma. Sin embargo, también puede surgir por otras situaciones más graves que deben ser investigadas por el médico.
Cuando surge la sensación de dificultad para respirar, lo primero que debes hacer es sentarte e intentar calmarte, cerrar los ojos y concentrarte en tu propia respiración.
Sin embargo, si esta sensación no mejora al cabo de media hora o si empeora, se debe acudir a urgencias, ya que pueden ser necesarias algunas pruebas diagnósticas para comprobar la posible causa e indicar el tratamiento más adecuado.
Lea también: Siento que me falta el aire y tengo que respirar profundamente, ¿por qué?
tuasaude.com/es/medico-responde/siento-que-me-falta-el-aire-y-tengo-que-respirar-profundo
11 causas de dificultad para respirar
Algunas de las principales causas o enfermedades que pueden provocar dificultad para respirar son:
1. Estrés y ansiedad
Las causas emocionales son las causas más comunes de dificultad para respirar en personas sanas. Así, en caso de ansiedad, exceso de estrés o incluso en una crisis de trastorno de pánico, el individuo puede tener dificultad para respirar.
Hacer: Es importante buscar ayuda psicológica para afrontar los problemas sin perjudicar la salud. Sumado a esto, se recomienda realizar actividad física, mantener una dieta saludable, beber un té relajante como el de manzanilla o tomar cápsulas de valeriana. Aprende algunos remedios caseros para calmar la ansiedad.
2. Exceso de actividad física
Las personas que no están acostumbradas a practicar actividad física pueden sentir dificultad para respirar al iniciar cualquier tipo de ejercicio, principalmente al caminar o correr, debido a la falta de condición física. Suele ocurrirle a personas con sobrepeso o sedentarias.
Hacer: En este caso basta con seguir practicando actividad física de forma regular para que el corazón y la respiración se acostumbren al esfuerzo físico.
3. Embarazo
La dificultad para respirar es común después de las 26 semanas de gestación, debido a que el diafragma es comprimido por el vientre en crecimiento, esto hace que los pulmones tengan menos espacio para distenderse.
Hacer: Debes sentarte en una silla cómoda o recostarte en la cama con unas almohadas, cerrando los ojos y concentrándote en la respiración, intentando inhalar y exhalar profunda y lentamente. Para dormir lo ideal es utilizar una almohada que esté en un ángulo de 45º y facilite la respiración. Conozca otras causas y si la dificultad para respirar puede afectar al bebé.
4. Problemas cardíacos
Enfermedades como la insuficiencia cardíaca provocan dificultad para respirar al realizar esfuerzos, como levantarse de la cama o subir escaleras. Normalmente, las personas con esta afección informan que la dificultad para respirar empeora con el tiempo y el individuo también puede experimentar dolor en el pecho, como angina. Conozca más síntomas de problemas cardíacos.
Hacer: Se debe seguir el tratamiento indicado por el médico, el cual generalmente se realiza con el uso de medicamentos.
5. COVID-19
El COVID-19 es una infección causada por un nuevo tipo de coronavirus, el SARS-CoV2, que puede infectar a las personas y desarrollar síntomas que pueden ir desde una simple gripe hasta una infección más grave, e incluso puede haber sensación de dificultad para respirar. en algunas personas.
Además de dificultad para respirar, las personas con COVID-19 también pueden experimentar dolor de cabeza, fiebre alta, malestar general, dolor muscular, pérdida del olfato y el gusto y tos seca. Conozca otros síntomas del COVID-19.
Los síntomas más graves del COVID-19 son más comunes en personas que padecen enfermedades crónicas o que presentan alteraciones en el sistema nervioso debido a una enfermedad o la edad, sin embargo personas sanas también pueden infectarse por el virus y desarrollar síntomas graves, así es. Es importante tomar medidas que ayuden a prevenir la infección.
Hacer: En el caso de sospecha de COVID-19, es decir, cuando la persona presenta síntomas sugestivos de infección por el nuevo coronavirus, es importante informar a los servicios de salud para que se pueda realizar la prueba y confirmar el diagnóstico.
En caso de un resultado positivo, se recomienda que la persona permanezca aislada y avise a las personas con las que tuvo contacto para que también puedan realizarse la prueba.
Vea también más información sobre el COVID-19 y cómo prevenir el contagio en el siguiente vídeo:
CORONAVIRUS: qué es, síntomas y cómo protegerse
03:47 | 39,158 visitas
6. Enfermedades respiratorias
La gripe y el resfriado, especialmente cuando el individuo tiene mucha flema o resfriado, pueden provocar dificultad para respirar y tos. Pero ciertas enfermedades, como el asma, la bronquitis, la neumonía, el edema pulmonar y el neumotórax, también pueden provocar sensación de dificultad para respirar. A continuación se detallan algunas características de las principales enfermedades respiratorias que provocan este síntoma:
- asma: la dificultad para respirar comienza repentinamente, puede sentir dificultad para respirar o una sensación de opresión en el pecho y pueden presentarse signos como tos y espiración prolongada;
- Bronquitis: la dificultad para respirar está directamente relacionada con la flema acumulada en las vías respiratorias o los pulmones;
- EPOC: La dificultad para respirar comienza lentamente y empeora con el tiempo, y generalmente afecta a personas con bronquitis o enfisema. La dificultad para respirar suele ir acompañada de otros síntomas como tos fuerte con flema y espiración prolongada;
- Neumonía: La dificultad para respirar comienza gradualmente y empeora con el tiempo. Además, también puedes experimentar dolor de espalda o dolor directamente en el pulmón (al respirar), fiebre y tos;
- Neumotórax: La dificultad para respirar comienza repentinamente, acompañada de dolor de espalda o de pulmón al respirar;
- Embolia pulmonar: la dificultad para respirar comienza repentinamente y puede ir acompañada de tos, dolor en el pecho y desmayos. Esta enfermedad suele afectar a personas que han sido operadas recientemente y llevan algún tiempo en reposo. Sumado a esto, las mujeres que toman pastillas anticonceptivas tienen mayor riesgo de padecer esta enfermedad.
Hacer: En caso de gripe o resfriado se deben tomar medicamentos, bajo indicación médica, que permitan expulsar flemas y mocos para respirar mejor. En el caso de enfermedades más graves, se debe seguir el tratamiento indicado por el médico, que puede realizarse con el uso de medicamentos específicos y fisioterapia respiratoria.
7. Obstrucción de las vías respiratorias
Cuando hay una obstrucción de las vías respiratorias, se produce dificultad para respirar de forma repentina. Esta obstrucción puede presentarse en diversas situaciones como: al comer; en el caso de los bebés cuando tragan algún objeto o lo respiran por la nariz; o en personas encamadas.
La obstrucción de las vías respiratorias puede ser parcial o total. Cuando es parcial, el individuo logra respirar con cierta dificultad y generalmente comienza a toser hasta expulsar el objeto. Sin embargo, cuando la obstrucción es total, se puede identificar porque no se escucha ningún sonido al respirar o el individuo no puede hablar ni toser y, generalmente, sufre un paro cardiorrespiratorio, quedando inconsciente.
Hacer: Cuando el objeto esté en la nariz o se pueda sacar fácilmente de la boca, puedes intentar sacarlo con mucho cuidado. Sin embargo, lo ideal es colocar a la persona de lado para despejar sus vías respiratorias. Cuando no sea posible identificar qué es lo que dificulta la respiración, se debe llamar al número de emergencias o acudir al servicio de urgencias lo antes posible.
Si la persona cae inconsciente, se debe iniciar la Reanimación Cardiopulmonar, mejor conocida como RCP, hasta que llegue el personal médico al lugar. Vea cómo se debe realizar la RCP.
8. Reacción alérgica
En este caso, la dificultad para respirar comienza repentinamente después de tomar algún medicamento, comer algo a lo que el individuo es alérgico o después de la picadura de un insecto a lo que el individuo es alérgico. Este es un síntoma característico que surge cuando se trata de una alergia grave, que puede provocar un shock anafiláctico.
Hacer: Las personas con síntomas de alergia graves suelen llevar consigo una inyección de adrenalina para utilizarla en caso de emergencia. De ser así, se debe aplicar inmediatamente, informando al personal médico que se administró la inyección.
Cuando la persona no recibe esta inyección, se debe llamar a una ambulancia o se debe llevar al individuo a la sala de emergencias de inmediato. En caso de parada cardiorrespiratoria se debe iniciar la técnica de reanimación cardiopulmonar, más conocida como RCP.
9. Obesidad
El exceso de peso y la obesidad también pueden provocar dificultad para respirar al acostarse o dormir, porque el peso disminuye la capacidad de los pulmones para expandirse durante la ingesta de aire.
Hacer: Para intentar respirar mejor y con menos esfuerzo, puedes utilizar almohadas para dormir para intentar mantenerte en una posición más inclinada, sin embargo, lo más importante es perder peso mediante una dieta equilibrada indicada por un nutricionista. Vea en qué consiste el tratamiento de la obesidad.
10. Enfermedades neuromusculares
La miastenia gravis y la esclerosis lateral amiotrófica también pueden provocar sensación de dificultad para respirar, porque estas enfermedades producen debilidad de los músculos que producen la respiración.
Qué hacer: síDebes seguir el tratamiento indicado por el médico para controlar la enfermedad, además de mantenerlo siempre informado sobre la frecuencia con la que sientes falta de aire, porque puede ser necesario cambiar el medicamento o ajustar su dosis.
11. Disnea paroxística nocturna
Esta es una de las causas más comunes de sensación de falta de aire por la noche, provocando dificultad para dormir, provocada por problemas cardíacos o enfermedades respiratorias, como la bronquitis crónica o el asma.
Hacer: En estos casos se recomienda una consulta médica, ya que puede ser necesario realizar algunas pruebas de laboratorio para identificar la enfermedad e iniciar el tratamiento adecuado.
Qué hacer en caso de dificultad para respirar
En caso de dificultad para respirar, el primer paso es mantener la calma y sentarse cómodamente, cerrando los ojos para poder concentrarse en su propia respiración. Después de esto, se deben iniciar ejercicios de inhalación y exhalación durante unos minutos, para que puedas regular tu respiración y aliviar la dificultad para respirar.
Si la dificultad para respirar está siendo causada por una enfermedad pasajera, como una gripe o un resfriado, puedes realizar nebulizaciones inhalando el vapor del té de eucalipto, ya que esto ayudará a destapar las vías respiratorias, facilitando el paso del aire y reduciendo las molestias.
Sin embargo, si la dificultad para respirar está siendo causada por enfermedades más complicadas, como asma o bronquitis, puede ser necesario el uso de medicamentos específicos para destapar las vías respiratorias, como Aerolin o Salbutamol, indicados por el médico.
Exámenes necesarios
No siempre son necesarios exámenes para identificar la causa de la dificultad para respirar, porque en algunos casos son evidentes, como por ejemplo: fatiga, obesidad, estrés, embarazo, asma, bronquitis o alguna enfermedad cardíaca o respiratoria que ya haya sido diagnosticada previamente.
Pero en algunos casos puede ser necesario realizar una radiografía de tórax, un electrocardiograma, espirometría, hematología, glucemia, TSH, urea, electrolitos y gases arteriales, para que el médico pueda diagnosticar la causa de este síntoma.
¿Qué debería decirle al médico?
Algunos datos que pueden ser útiles al médico para descubrir la causa e indicar el tratamiento son:
- ¿Cuándo surgió la dificultad para respirar? ¿Fue repentino o fue empeorando poco a poco?
- ¿En qué época del año?, y si la persona se encontraba o no fuera del país;
- Si ha realizado actividad física o algún esfuerzo antes de iniciar este síntoma;
- Con qué frecuencia surge y los momentos más complicados;
- Si va acompañado de otros síntomas al mismo tiempo, como tos, flemas o el uso de algún medicamento.
También es muy útil para el médico saber si la sensación de dificultad para respirar te hace sentir asfixiado, si sientes opresión en el pecho o si realmente tienes que esforzarte para respirar.