
Maitland, una mujer pobre, odiaba que su marido no la ayudara a mejorar el edificio. Intentó completar varios trabajos, pero no pudo hacerlo. Entonces le preguntó a Chris. Un amigo le dijo mucha buena suerte para el niño. Son diligentes, buenos, activos y tienen una gran polla. ¡Sí! Por eso lo quiere. «Limpieza de su secreción», como pueden decir los hombres negros. Sí, Chris no es un mal callejón. En la mano. Le golpean la cara con la polla y lo sacan de los bolsillos azules. Y le gusta la forma en que lo sostiene.